¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
La idea que el amigo imaginario de un niño sea en realidad una presencia diabólica es muy buena, especialmente cuando se lo personaliza en un osito de peluche. Es el punto de partida de “Imaginario, juguete diabólico”, un film que más que con el terror juega con el sobresalto y el suspenso, y con evidencias de que el espectador ve claramente lo que los adultos de la peli tardan en reconocer.
Una mujer casada con un hombre que tiene dos hijas, una adolescente y una niña, se instala en el hogar de su infancia, donde cuida amorosamente de ellas, aún sin ser correspondida, mientras su marido trabaja convenientemente lejos. En esa casa hay alguien que no le perdonó el abandono y esta vengativo. Lo demás es… cotillón que se reitera pero contiene los condimentos para que el género sea un éxito con sus fans encantados.
Dirige Jeff Wadlow, que también escribió sin tanto esmero el guión con Greg Erb y Jason Oremland. La factoría Blumhause avanza a todo vapor, a veces con tino y a veces derrapando.
CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️