La joven relató que es madre de una nena y que su ex es drogadicto y violento, por lo cual en su momento tuvo que recurrir a un botón antipánico.
Una joven de 23 años se presentó alrededor de las 20 de este jueves en el dispensario de barrio Maldonado, de la ciudad de Córdoba, indicando que había recibido un disparo en la nuca por parte de su expareja. Según indicó, ella llegaba de trabajar en el colectivo y cuando bajó fue abordada por el sujeto, que le grito algunos insultos y la siguió hasta cerca de su casa, donde finalmente sacó el arma y comenzó a disparar.
Tras sentir dolor de oído y un zumbido, la mujer se dio cuenta que había recibido un impacto por lo que comenzó a gritar y correr. “Los médicos me dijeron que si la bala se movía dos centímetros me moría“, indicó la víctima.
Tras ser revisada, los profesionales determinaron que tenía una lesión con orificio de entrada sin salida y fue trasladada al Hospital San Roque.
Una hora más tarde, la Policía dio con el sujeto en una vivienda de barrio Ituzaingó. Mientras intentaban detenerlo, los uniformados fueron atacados por unos inadaptados que arrojaron pedradadas al patrullero, dañando el vidrio derecho delantero.
Mientras eso ocurría en la calle, el hombre se disparó en el cuello y en la cabeza (ambos del lado derecho). Luego, aún consciente, le apuntó a los efectivos con el arma. Finalmente fue reducido y trasladado al Hospital de Urgencias, donde se encuentra en estado reservado.
La joven relató que es madre de una nena y que su ex es drogadicto y violento, por lo cual en su momento tuvo que recurrir a un botón antipánico: “Acá están las consecuencias de las drogas“.
El hombre registra antecedentes delictivos y le secuestraron un revólver calibre 22, dos vainas y un cartucho intacto.