Los ingresos menores a $730.000 mantendrán los subsidios a la luz y el gas

La secretaria de Energía señaló que la suba tarifaria “estará muy por debajo de la inflación” y agregó que “lo importante es cuidar a los sectores de bajos ingresos”. Continuarán vigentes para todos aquellos consumidores que demuestren ingresos netos menores a los $730.000.

AGENCIA TÉLAM

La secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royon, señaló este jueves que los subsidios para el pago de los servicios públicos continuarán vigentes para todos aquellos consumidores que demuestren ingresos netos menores a los $730.000.

“El Estado está para acompañar a la clase media y a los sectores de bajos ingresos, solamente tendrán costo pleno aquellos que reciben un salario superior a los $730.000. Se trata de una distribución más justa de los subsidios”, señaló Royon en declaraciones a Urbana Play 104.3 FM.

La funcionaria estimó que a partir del 1 de agosto quienes tengan altos ingresos o no hayan solicitado tarifas subsidiadas, recibirán boletas con aumentos estimados del “150% interanual”.

En el caso de los sectores de menores ingresos, aclaró que la suba tarifaria “estará muy por debajo de la inflación. Lo importante es cuidar a los sectores de bajos ingresos hasta que haya una recomposición salarial”, remarcó.

De todas maneras, aclaró que es “importante analizar bien la factura que se recibe, particularmente en términos comparativos a consumos anteriores”, aunque explicó que “solamente entre el 3 y el 5% de las familias de ingresos medios se pasa del tope de consumo”.

Para el servicio de energía eléctrica del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) rigen nuevas tarifas para los usuarios residenciales nivel 1 y 3 de las empresas distribuidoras Edenor y Edesur, mientras que para el 2 no hay ningún cambio.

Para el nivel 1, el de mayores ingresos, el aumento promedio es de 36%; para el nivel 3, de ingresos medios, de 24%; y en el nivel 2, usuarios de menores de ingresos, no hay incrementos.

En relación con fines de junio, la tarifa media de la categoría residencial nivel 1 aumentó en promedio un 11% en ambas distribuidoras, pero para los usuarios generales G1 el incremento es de 41% en Edenor y 38% en Edesur, para los G2 es de 32% y 29% respectivamente, y para los G3 de 27% y 24%.

Por su parte, las facturas de los usuarios T2 aumentan en promedio 26% en Edenor y 22% en Edesur; las de los T3 baja y media tensión lo hacen entre 23% y 13% en la zona norte del AMBA y entre 20% y 9% en la zona sur.

Para los Grandes Usuarios de la Distribuidora (Gudis), con demandas mayores a los 300 kilovatios (kW), las tarifas aumentan en baja tensión un 12% en ambas distribuidoras, y en media tensión un 6% en Edenor y un 5% en Edesur.

Las facturas medias antes de impuestos aumentan en promedio un 36% en las dos compañías.

El ENRE subrayó que “los usuarios del nivel 2 pagarían en promedio un 64% menos que los del 1, en el caso de Edenor, y un 63% menos en el de Edesur”.

Además, señaló que “para las Entidades de Bien Público y para el cálculo de la tarifa social, deberán tener en cuenta el cuadro tarifario que corresponde al nivel 2”, es decir, ningún aumento.

En el caso del nivel 3, respecto del cuadro vigente, el aumento promedio es del 24%, en ambas distribuidoras.

Con estos nuevos cuadros, la tarifa media de Edenor se ubica en el orden de los $ 21,855 por kWh, y la de Edesur, en $ 21,379.

Por su parte, la programación estacional del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) para el período mayo-octubre, que contempla la reducción del 31% del subsidio para los usuarios de mayor capacidad económica (nivel 1) y también para el excedente de consumo de 400 kwh mensuales para los de nivel medio, en tanto los beneficiarios de la tarifa social no tendrán modificaciones.

También incrementa en un 60% el precio spot máximo del MEM, que pasa de los $ 1.682 por Mw/h vigente entre noviembre de 2022 y abril de este año a $ 2.691 para el semestre mayo-octubre.

Según informó la Secretaría de Energía oportunamente, resulta necesario instaurar un sistema de incentivos económicos a los usuarios a partir de criterios basados en el consumo energético en los hogares, a fin de contribuir a la transformación de sus hábitos, y a la vez, permitan trazar un sendero claro hacia el incremento en la eficiencia energética.