En el 45° Consejo Federal Agropecuario, Alberto Fernández habló de los problemas que debió afrontar en su gestión y advirtió sobre “una ola de inundaciones”.
El presidente Alberto Fernández encabezó esta mañana el cierre del 45° Consejo Federal Agropecuario, que se desarrolló en el Museo del Bicentenario con la presencia del secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, y las máximas autoridades provinciales del sector.
“Estamos sobrellevando un momento difícil como consecuencia de los efectos que la sequía ha deparado en la economía”, aseguró el mandatario y pidió “seguir trabajando en conjunto”. En ese sentido agregó que “el problema del cambio climático se ha convertido en el eje y epicentro del debate mundial, y eso que parecía un problema muy lejano y del mundo central, empezamos a darnos cuenta que ya es un problema de todos nosotros”.
El Presidente sostuvo que “el agro y la industria son dos sectores que van de la mano” y valoró que “por primera vez la Unión Europea reconoció la necesidad de terminar con el extractivismo. Porque nosotros no estamos llamados solamente a ofrecer materias primas, sino que podemos ofrecerlas industrializadas”.
“Conviví todo el gobierno con la bajante más grande del río Paraná, en ese contexto nos hicimos cargo de la hidrovía con buenos resultados, porque siguió funcionando y nos dejó un saldo acreedor al gobierno de 38 millones de dólares”, sostuvo el presidente.
Tras considerar que “Argentina es uno de los países que más cuida” al medioambiente, Alberto Fernández se refirió a la posibilidad de que en los próximos meses haya un mayor caudal de lluvia y advirtió: “Tenemos que estar poniéndonos a trabajar hoy para ver de qué modo mitigamos los efectos de las inundaciones, que ahí no solo tiene un efecto sobre la agricultura sino social muy importante porque hay gente que queda anegada y fuera de circulación por mucho tiempo”.
En ese sentido, tras recordar las inundaciones de 2003 en Santa Fe, ironizó: “Lo que puede ser una buena noticia para el agro, puede ser una noticia pésima para las ciudades de zonas aledañas a ríos que pueden crecer. Yo reconozco que en mi gobierno me ha pasado de todo, solo falta que lleguen los marcianos. Pensé que la sequía sería el último problema pero parece ser que ahora además tenemos el riesgo de que nos sobre el agua y seamos atacados por el agua”.