El “poliladron” había cometido un asalto a mano armada en San Miguel de Tucumán.
El pasado fin de semana, un hombre fue emboscado por un motochorro armado mientras esperaba por la entrega de su auto en la puerta de un lavadero en San Miguel de Tucumán.
El delincuente le dijo “dame el celular o te quemo”. Dicha acción fue observada por un grupo de vecinos que, sin dudarlo, comenzaron a alertar “a los gritos” y uno de ellos salió tras el ladrón, quien terminó baleando al testigo justiciero en una de sus piernas.
Pero, lejos de detenerse, el herido siguió tras el delincuente y a ello se sumaron otras personas más. Allí lograron detenerlo “a golpes” hasta que llegó la policía.
Para sorpresa de muchos, cuando los efectivos arribaron se dieron con que el ladrón era un efectivo policial que en ese momento estaba de franco. Inmediatamente quedó detenido.