La espondiloartritis axial es una dolencia de origen inflamatorio. Es primordial su detección temprana y tratamiento precoz para evitar daños irreversibles. Se caracteriza por provocar dolor recurrente en la espalda baja.
Todos los años, el primer sábado de mayo se celebra el Día Mundial de la Espondiloartritis Axial (EspAax) con el objetivo de elevar el perfil de esta enfermedad y aumentar la conciencia sobre el impacto físico, mental y emocional que tiene en la vida de las personas.
La espondiloartritis axial es un tipo de artritis de la columna vertebral. Provoca inflamación entre las articulaciones de las vértebras y las articulaciones entre la columna y la pelvis.
Los síntomas más frecuentes son dolor y rigidez en la parte baja de la espalda o cadera. Con el tiempo, los síntomas también pueden aparecer en otras áreas de la columna vertebral. A menudo, el dolor empeora durante los períodos de descanso o inactividad, como en medio de la noche o después de estar sentado durante mucho tiempo; y suele generar rigidez lumbar matutina que mejora en el transcurso del día.
Otros síntomas pueden incluir:
· Dolor, rigidez e inflamación en otras articulaciones
· Dificultad para respirar por el dolor que ocasiona las articulaciones inflamadas que conectan las costillas afectadas
· Cambios en la visión y dolor en los ojos. También se produce una inflamación en el ojo denominada uveitis.
· Cansancio extremo
· Pérdida del apetito y de peso
· Erupciones cutáneas.
· Dolor abdominal y deposiciones líquidas
“El diagnóstico temprano es de suma importancia. Teniendo en cuenta que es una enfermedad crónica y que puede generar discapacidad en los pacientes que la sufren, un diagnóstico temprano permite comenzar con un tratamiento oportuno y de esa forma evitar la discapacidad y complicaciones de la enfermedad; ya que los pacientes pueden tener compromiso de articulaciones periféricas (ej: rodillas, caderas, tobillos, etc) como así también tener compromiso ocular como uveítis, compromiso del tubo digestivo, psoriasis, etc.”, comentó Hernán Maldonado Ficco, médico reumatólogo del Hospital San Antonio de Padua.
El síntoma más frecuente es el dolor lumbar que se prolonga por más de tres meses. Además, algunos pacientes suelen tener inflamación de las articulaciones, más comúnmente de miembros inferiores como rodillas, caderas, tobillos o en tendones del pie, y presentar cansancio.
El tiempo promedio para el diagnóstico de la enfermedad es de 7 años desde la aparición de los primeros síntomas. Durante este tiempo pueden producirse daños irreversibles si no se indica el tratamiento en tiempo adecuado. En las mujeres puede llevar 3 años más diagnosticarla ya que existe una falsa creencia de que la espondiloartritis axial afecta principalmente a los hombres.
¿Qué factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad?
· Antecedentes familiares y genética con presencia del HLA B27 en algunos pacientes.
· Edad. La mayoría de las personas desarrollan síntomas de la patología antes de los 45 años de edad.
· Sexo. Los hombres tienen más probabilidad de tener espondiloartritis axial que las mujeres.
· Otras afecciones. Las personas que tienen enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, psoriasis o uveitis pueden ser más propensas a desarrollar la enfermedad.
Un diagnóstico tardío demora el acceso a un tratamiento adecuado de la enfermedad e impacta notablemente en la calidad de vida de los pacientes.
“Diferentes estudios han demostrado que los pacientes que sufren de esta patología tienen una menor calidad de vida, mayor deserción laboral, alteraciones en las relaciones sexuales comparados con la población general.
El dolor lumbar es de características inflamatorias (empeora con el reposo, despierta al paciente de noche, rigidez matutina, mejora con el ejercicio y con la toma de AINEs). No es un dolor invalidante, sino que mejora cuando el paciente comienza a movilizarse.”, aseguró el doctor.
El 64% de las personas con EspAax sufre de depresión y el 75% tiene dificultades para encontrar trabajo o más probabilidades de dejar de trabajar.
El objetivo del tratamiento en los pacientes con espondiloartrtis axial es maximizar la calidad de vida mediante, el control de síntomas y signos de la enfermedad, preservando el daño estructural y la funcionalidad a largo plazo.
“El tratamiento de esta patología mejoró en forma considerable en los últimos 20 años.
Los tratamientos actuales constan de un tratamiento farmacológico y no farmacológico como es la actividad física que es un pilar fundamental en el tratamiento.
Con respecto al tratamiento farmacológico los pacientes comienzan con antiinflamatorios no esteroides. En caso de no haber respuesta se debe rotar a medicaciones de alto costo específicas para el tratamiento de estas enfermedades como son las medicaciones biológicas y las medicaciones sintéticas dirigidas que bloquean diferentes mecanismos de inflamación.
Vivir con esta enfermedad puede causar muchos problemas y repercutir significativamente en la calidad de vida del paciente. Es fundamental consultar con un especialista y tratar de forma temprana y efectiva la enfermedad para mejorar los resultados clínicos”, finalizó el profesional.