El posteo de Flor fue viral y recibió cientos de mensajes de apoyo.
“Vine a renovar el carnet de conducir, me voy con estrés, secándome las lágrimas y con la etiqueta de “incapacitada” en la frente”, inicia el posteo de Twitter de Florencia, una cordobesa en recuperación de un cáncer de mama quien se mostró molesta por el trato recibido en la oficina donde fue a realizar dicha gestión.
La joven argumenta que de no haber sido porque se percataron de su pelo corto y porque ella les confesó que era a causa de la quimioterapia, no le pedían un apto médico.
“Me lo dieron solo por dos años, pidiéndome un apto médico para conducir y en el carnet me ponen la enfermedad. ¿Qué necesidad”, agregó la joven, a la vez que aseguró que les dijo que te no tenía cáncer pero que de todos modos le inscribieron el carnet de esa manera.
La publicación recibió decenas de comentarios. Hubo quienes se mostraron indignados cómo Florencia, y hablaron de discriminación y hasta de “estigmatización”, y, por otro lado, otros tantos reconocieron que esa inscripción era necesaria en caso de sufrir algún tipo de descompensación en la calle y sea atendida por alguien que desconoce su patología.