La jueza de Nueva York, Loretta Preska decidió acceder al pedido argentino para no entregar los US$16.000 millones, pero a cambio deberá entregar algunos activos para evitar embargos.
Este martes se conocieron novedades en el juicio por la expropiación de YPF. Mientras las acciones de la compañía reaccionaron tras el triunfo de Javier Milei el domingo pasado en el balotaje, la jueza de Nueva Tork, Loretta Preska, accedió al pedido de la Argentina para no depositar US$16.000 millones, pero a cambio deberá entregar algunos activos para evitar embargos.
Los activos mencionados por los demandantes serían, por ejemplo, acciones de YPF, “como garantía para evitar embargos”, explicó el especialista Sebastián Maril. “También suspende posibles embargos hasta considerando la totalidad del fallo de USD 16.100 M, pero Argentina debe depositar un monto menor si quiere evitar embargos”, agregó en su cuenta de X (ex Twitter).
Según precisó, Argentina buscaba una revisión del laudo del 15 de septiembre y pidió evitar pagar mientras se considera la apelación. La sentencia se debe a los antiguos accionistas de YPF liderados por el financiador del litigio Burford Capital, que se llevará unos 6.200 millones de dólares.
Preska suspendió la ejecución de la sentencia hasta el 5 de diciembre para permitir que Argentina cumpla sus promesas. También exigió que acelere su pedido de consideración al Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos en Manhattan.
Argentina había argumentado que pagar la sentencia o depositar una fianza para proteger el reclamo de los inversores durante la apelación causaría graves dificultades al pueblo argentino. La sentencia equivale a casi una quinta parte del presupuesto de la nación, afirmó.
Maril, en su red social, dijo además: “Argentina tiene hasta el 5 de Diciembre para depositar garantía. No lo va a hacer. El presidente-electo Milei asume el 10 de Diciembre. Recomiendo a los beneficiarios del fallo no comenzar embargos el 5 de Diciembre y empezar a dialogar con la o las personas nombradas por el presidente-electo “pronto”. Hay caminos para resolver esto. Hay ganas de dialogar”.