Quién ganó y quién perdió con los resultados de las Paso
El resultado de las Paso de ayer sorprendió a todos. Además de un nuevo papelón en la ya larga cosecha de fracasos de los encuestadores, tanto ganadores como perdedores de los comicios no calcularon previamente la magnitud que alcanzó finalmente el mensaje del electorado.
A nivel nacional, el mapa del país se tiñó del amarillo elegido para marcar las provincias en las que se impuso Juntos para el Cambio, la alianza elegida en la mayoría de los distritos para ponerle un freno y mandarle una clara señal de alerta al Gobierno Nacional sobre el rumbo que se espera y el impacto negativo que tuvieron despropósitos como la fiesta de cumpleaños de la primera dama en Olivos o el vacunatorio VIP, entre otras.
Hay mucho más, claro, como que la agenda oficial de la gestión que lleva adelante Alberto Fernández está muy alejada de lo que espera y necesita la gente. Todo eso sumó caudal al torrente de indignación que este domingo inundó las urnas.
A la hora de repasar quiénes ganaron y quiénes perdieron con el resultado, mejor comenzar por Córdoba.
Rodrigo De Loredo: en un repaso sincero, fue el que mayor rédito sacó a nivel provincial. En el tramo de la lista de Cambiando Juntos que encabezó como precandidato a diputado nacional fue el que más votos obtuvo. Sacó casi siete mil sufragios más que el tramo para senadores que encabezaba Luis Juez. Era previsible que muchos radicales se resistieran a votar al actual diputado nacional, pero el corte es significativo si se tiene en cuenta que iguala o se acerca bastante al que obtuvieron los tres partidos que menos votos sacaron en la provincia. Además, la impronta de renovación que De Loredo impuso, con mucha creatividad y un perfil decididamente enfrentado con el modelo del kirchnerismo y las formas de la vieja política que persisten aún en el radicalismo, fueron sin dudas cartas ganadoras que sumaron muchos votos y le insuflaron entusiasmo a una oposición que no encontraba líderes nuevos.
Luis Juez: En la disputa que sostuvo contra Mario Negri logró mandar un claro mensaje a nivel nacional y le sumó puntos a Patricia Bullrich en el enfrentamiento que la presidenta del Pro mantiene con Mauricio Macri. Se posicionó sin dudas como potencial candidato a gobernador para 2023, su objetivo declarado, aunque le convendría recoger la opinión de los que le advierten que la gente lo elige como legislador por la fuerza y contundencia de su discurso, por la preferencia de los medios por tenerlo como entrevistado pero que, después de su gestión como intendente cordobés, persisten las dudas sobre su capacidad para armar y conducir equipos de gestión.
Laura Rodríguez Machado: Demostró ser una gran estratega de campaña al aportar no sólo el apoyo fuerte del Pro cordobés, sino también acciones concretas para eclipsar a la otra lista de Juntos por el Cambio. Claramente alineada con Patricia Bullrich, armó y aprovechó al máximo la agenda de visitas de adhesión que sumaron imágen e ideas, como lo fueron las de Maximiliano Guerra, Florencia Arietto o Federico Pinedo, esta última en conjunto con los liberales.
Juan Schiaretti. Le ganó con contundencia la pulseada al kirchnerismo y consolidó su liderazgo como referente del peronismo provincial al ponerse al frente de la campaña de Hacemos por Córdoba que, con el sello de “Ellas”, tuvo el acierto de un mensaje inclusivo para con la capacidad de la mujeres en la política.
Mario Negri: Quedó pegado a la perspicacia bien instalada por terceros de encabezar una lista que fue armada desde Buenos Aires por el expresidente Macri, lo que se sumó a la idea de formar parte de la vieja política, concepto con el que no pudo enfrentar la fuerza de lo novedoso que aportaron nombres como De Loredo y otras figuras emergentes que no estaban en su lista. Padeció además el lastre de nombres que lo acompañaron y que tuvieron que esconder por su mala imagen. Mantiene, no obstante, el prestigio que tienen a nivel nacional y la habilidad de una experiencia con la que, sin dudas, sabrá sobreponerse para acompañar los próximos pasos de la oposición.
Gustavo Santos. Su celebrada gestión como ministro de Turismo de la Nación durante la presidencia de Macri no alcanzó. Desconocido para amplios sectores populares, quedó pegado además al concepto de ser un candidato puesto a dedo por el expresidente Macri. Queda muy lejos por ahora su objetivo de ser candidato a gobernador en 2023.
Ramón Mestre. Quedó demostrado que su participación en estas elecciones fue un error, tanto para su posicionamiento personal como para el resultado final de la lista que integró. Quedó fuera de toda posibilidad de ser electo y, por su alta imagen negativa en el electorado, fue un peso en contra que muchas veces prefirieron ocultar durante la campaña. Para peor, ni siquiera logró aportar ese “aparato” que sus allegados dijeron que tenía en una militancia que sin dudas ya no lo apoya.
Carlos Caserio: No pudo imponerse en la pulseada con Schiaretti pero mantuvo el caudal de votos del Kirchnerismo en Córdoba, pese a los despropósitos del gobierno nacional.
Horacio Rodríguez Larreta: Adelantó varios casilleros en su carrera hacia la Presidencia, en especial por haber sido el ideólogo de una estrategia electoral que, con un enroque de candidatos y otras jugadas, logró una amplia victoria en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y un histórico triunfo de la alianza de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires.
Patricia Bullrich: Se afianzó como opositora y gran estratega al hacer un paso al costado como candidata y ponerse al frente de una campaña en la que supo acomodar las piezas y las adhesiones. Es para muchos la que se puso al hombro a la alianza y merece todo el reconocimiento por este triunfo.
Mauricio Macri: Perdió mucho terreno al querer digitar candidatos e influenciar en algunos distritos. Se equivocó feo al querer imponer sus propias figuras en Córdoba y perdió peso hasta en donde fuera su bastión principal.
Alberto Fernández: Como uno de los principales responsables del resultado electoral, asumió la derrota y admitió errores. Sin dudas, su dubitativa actitud de los últimos meses, la fiesta de Olivos y el vacunatorio VIP, despintaron por completo la imagen de aquel gran líder que se puso al hombro la pandemia al principio de su gestión. Parece que todo su capital electoral, el que le permitió ganar en 2019 en sumatoria con los votos del kirchnerismo duro, se escapó a otras alternativas.
Cristina Fernández: Su obstinada decisión de imponer una agenda alejada por completo de las urgencias y las necesidades de la gente le jugaron una mala pasada. No obstante, demostró que mantiene un caudal inamovible de votos que, con su habilidad política, es capaz de revertir como ya lo hizo en las últimas elecciones presidenciales.