Una denuncia anónima llegó a la Justicia federal, que comenzó a tomar testimonios secretos. Aseguran que los jefes encubrieron el hecho y que los soldados no quieren hablar por miedo a ser excluidos de la fuerza.
La Justicia federal investiga una denuncia anónima que asegura que, el pasado 17 de mayo, 35 soldados que completaron su formación como paracaidistas en el Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba, ubicado en camino a La Calera, fueron “bautizados” con cal viva en la cara y un baño de sidra.
Cabe mencionar que este tipo de prácticas fueron prohibidas por las autoridades de Defensa a mediados de 2022, tras la muerte del subteniente Matías Chirino (22) por excesiva ingesta de alcohol en Paso de los Libres, Corrientes.
En esta oportunidad, denunciaron que más de 20 de los involucrados sufrieron lesiones. Algunos presentan secuelas graves en vías aéreas, tracto digestivo, ojos y tejidos dérmicos.
Fue el amigo de una de las víctimas quien realizó la denuncia anónima, que luego fue ratificada por dos de los soldados que fueron citados a declarar bajo un estricto protocolo secreto, con el objetivo de preservar la identidad de los uniformados.
Según se puede ver en un video que registró el momento, el “bautismo” consistió en rociar a los uniformados con sidra en primer lugar y luego un superior les arrojó un puñado de cal viva a la cara al grito de “¡Paracaidista!”, que debía ser respondido con la palabra “¡Siempre!” a viva voz.
Según los testimonios, algunos de los jóvenes se descompusieron en el momento y otros al transcurrir algunos minutos. La mayoría presentó vómitos, náuseas, afecciones en los ojos, vías aéreas y digestivas. Los peores cuadros se generaron cuando los hicieron lavar con agua, lo que generó que se activara la cal.
El caso comenzó a investigarse en la fiscalía de Maximiliano Hairabedian, pero luego fue remitida, por cuestiones de turno, al fiscal federal Carlos Casas Nóblega, quien está comenzando la incipiente investigación.
Desde ese fuero, indicaron que podría tratarse de un “error” o de un “accidente”. Normalmente ese ritual se hace con harina y analizan la posibilidad de que alguien podría haberse “equivocado” y tomado la bolsa de cal en su lugar. Otra opción es que alguien haya cambiado las sustancias como una “broma”.
Esta hipótesis se basa en que, durante el video, se observa que quien arroja la cal no toma los recaudos para manipular un elemento tan agresivo. Como si no supiera qué es.
Desde la Fiscalía reconocen que no es fácil que los soldados se presenten a declarar, por temor a represalias o a perder su carrera. También indicaron que algunos, que piensan dejar la profesión, prestarían testimonio en los próximos días.
El abogado del denunciante asegura que las autoridades militares presionaron a los paracaidistas para que no fueran a la ART, que no consignen en la investigación administrativa lo que sufrieron y que de ninguna manera se presenten en la Justicia.