“Para ver o hablar con Messi o Scaloni habrá tiempo”, recalcó.
En la mañana de este miércoles, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se refirió a los festejos de la Selección Argentina en Capital Federal que luego de unas horas debió ser suspendido por las faltas de garantías de seguridad.
Con respecto a no haber podido cruzar a los campeones en Casa Rosada, Fernández puso paño fríos. “No le asigno ninguna trascendencia a que hayan venido o no a la Casa de Gobierno. En lo personal, si tuvo que ver con no mezclar el fútbol con la política, me encanta estar haciendo escuela”, indicó.
“Ayer fue una fiesta popular como nunca hemos visto en la Argentina, esto es la realidad. Presumía que iba a haber una gran vocación de la gente de salir a la calle, de festejar y acompañar”, agregó en una entrevista radial.
Ante la suspensión de los festejos, donde los jugadores debieron seguir en helicópteros, el presidente destacó las dificultades frente a la gran cantidad de gente. “Yo no califico ni descalifico a nadie, lo que creo es que ayer todos habrán puesto su mejor buena voluntad”, sostuvo.
Asimismo, no descartó en futuro en poder saludar al capitán albiceleste o el entrenador. “Para ver o hablar con Messi o Scaloni habrá tiempo, pero ahora el tiempo es de ellos”, puntualizó.