Rivolo consideró que la investigación ya se había completado, descartando la existencia de alguna agrupación o tercero que haya brindado asistencia o financiamiento a los imputados.
El fiscal federal Carlos Rivolo pidió este lunes enviar a juicio oral y público a los detenidos Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo en la causa por el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández, pese a que los abogados de la querella opinaron que “elevar la causa a juicio por tramos es una práctica incorrecta y daña el descubrimiento de la verdad”.
Rivolo consideró completa la investigación en relación a los tres detenidos, pero requirió que la causa siga con medidas de prueba destinadas a “comprobar la existencia de otros posibles partícipes y/o autores intelectuales”, según el escrito de 197 carillas al que accedió Télam.
La fiscalía pidió a la jueza María Eugenia Capuchetti que dé por cerrada la parte de la investigación vinculada al autor material del disparo, Sabag Montiel, a su compañera -ambos como coautores- y a Carrizo, empleador de ambos en el emprendimiento de venta de copos de azúcar, aunque este último como “partícipe secundario”.
La jueza deberá dar vista a las defensas de los tres detenidos y luego resolver si da por cerrada la investigación en relación a ellos y la envía a sorteo de tribunal oral: en esa instancia igual podría disponerse una investigación complementaria.
La querella ya manifestó su oposición a que la causa sea elevada a la instancia de juicio oral de manera parcial y reclamó que antes concluyan medidas de prueba sobre diferentes pistas, entre ellas la que involucra al diputado nacional de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman.
La fiscalía entendió que la conducta de los tres acusados fue “premeditada”, o sea que idearon “un plan para llevar a cabo el asesinato de la vicepresidenta de la Nación”; pero advirtió que no se hallaron elementos como para afirmar que detrás de los autores materiales existieron distintos autores intelectuales.
El fiscal sostuvo que el plan criminal se habría comenzado a pergeñar en abril de 2022 cuando Sabag Montiel consiguió la pistola que había sido de un vecino ya fallecido. De las conversaciones de whatsapp que lograron reconstruirse surge que los atacantes pensaron hasta en alquilar un departamento desde donde apostar a un francotirador, pero optaron por otra mecánica.
“La actividad desplegada por los nombrados para llevar a cabo el ataque no requirió -por sus características- de financiamiento económico ni de recursos extraordinarios”, advirtió.
“Con la pistola oculta entre sus ropas, el nombrado se ubicaría entre los seguidores de su víctima, disimulado como uno más, con el objeto de lograr acercarse a ella y ejecutar su designio criminal”, reconstruyó.
Reclamó que se juzgue a Sabag Montiel como autor de por “homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el empleo de un arma de fuego, en grado de tentativa”. Por los mismos delitos, como coautora, pidió juicio para Uliarte y por la misma calificación como partícipe secundario para Carrizo.