Tenía 23 años y tanto ella como su madre y su hermana tenían decenas de denuncias contra su progenitor.
Córdoba no sale de la conmoción por el hecho de sangre ocurrido está mañana en una vivienda de Alta Córdoba.
Parece sacado de una película de terror pero tristemente fue real y evitable, según la misma familia de la víctima reconoce. Milagros fue asesinada de un balazo en el cuello por parte de su padre cuando intentó defender a su madre de un nuevo hecho de violencia. Tanto ella como la mujer y sus hermanas tenían botón antipánico y decenas de denuncias contra el progenitor por años de maltrato físico y mental.
El hombre -Rafael Bottone (61)- se quitó la vida luego de atacar a su hija y golpear a su expareja. Los vecinos aseguran que las víctimas habían “renovado” el dispositivo SALVA porque el hombre se aparecía en todos lados y amenazaba a toda la familia. Florencia, hermana de la víctima, reconoció que Milagros murió defendiendo a su mamá porque se puso delante de ella cuando el agresor disparó.
“Mí mamá tiene dos cánceres por culpa de este hijo de puta”, expresó la joven compungida ante medios provinciales.
Milagros hacía poco había empezado a trabajar como preceptora en el Colegio Monserrat, de dónde enviaron sus condolencias públicas a la familia:
“Con profundo dolor informamos el fallecimiento de nuestra preceptora. La comunidad del Colegio Nacional de Monserrat acompaña en este doloroso momento, rogando su eterno descanso”, expresaron.
A la joven, además le quedaban pocos finales para recibirse de abogada en la UNC.