Desde la organización del evento futbolístico más esperado, anticiparon que dicho país es “tajante” con sus creencias.
El portavoz del Mundial de Qatar, Nasser Al-Khater, aseguró que llevar banderas LGBT durante la Copa del Mundo estará penado con entre 7 y 11 años de cárcel. El dirigente alegó que se trata de un país islámico y se deben respetar su “religión, creencias y cultura”.
Hace pocos días habían anunciado que el sexo fuera del matrimonio estaría prohibido. “Qatar es un país conservador y las muestras públicas de afecto están mal vistas independientemente de la orientación sexual”, habían declarado en esa ocasión.
Así mismo, resulta extraño reconocer de que manera controlarán que los extranjeros que mantengan relaciones sexuales “estén todos casados”. Y esto, fue reconocido por la mismos lugareños.