Más de 200 súper ricos firmaron una carta en el Foro Económico Mundial donde piden acciones que conviertan “la riqueza privada extrema e improductiva en una inversión para nuestro futuro democrático común”.
Más de 250 multimillonarios pidieron pagar más impuestos, ante los líderes políticos reunidos en el Foro Económico de Davos, Suiza, con el objetivo de pagar mejores servicios públicos.
“Nuestro mensaje en Davos es simple: los líderes electos deben gravarnos, a nosotros, los súper ricos. Estaríamos orgullosos de pagar más”, afirmaron en una carta abierta firmada por el movimiento “Orgulloso de pagar más” (“Proud to pay More”).
“Si los representantes electos de las principales economías del mundo no toman medidas para abordar el dramático aumento de la desigualdad económica, las consecuencias seguirán siendo catastróficas para la sociedad”, insiste el escrito firmado, entre otros, por Abigail Disney, los actores Brian Cox (protagonista de “Succesion”, el actor y Simon Pegg, el artista australiano Bruce Lloyd y el político y juez británico Robert Berkeley, entre otros.
Según los denominados “súper ricos”, el aumento de impuestos para ellos “no alterará fundamentalmente nuestro nivel de vida, ni privará a nuestros niños, ni dañará el crecimiento económico de nuestras naciones. Pero convertirá la riqueza privada extrema e improductiva en una inversión para nuestro futuro democrático común”.
“La solución a esto no puede encontrarse en donaciones puntuales ni en la filantropía; La acción individual no puede corregir el colosal desequilibrio actual. Necesitamos que nuestros gobiernos y nuestros líderes lideren”, argumentan.
Por ello, consideran que “no solo queremos que nos cobren más impuestos, sino que creemos que debemos ser gravados más”.
El 74% de los multimillonarios apoya el aumento de los impuestos sobre la riqueza para ayudar a hacer frente a la crisis del coste de la vida y mejorar los servicios públicos, de acuerdo con una encuesta realizada por la campaña Patriotic Millionaires.
El relevamiento se realizó entre más de 2.300 encuestados de países del G20 que poseen más de un millón de dólares en activos invertibles, excluidas sus viviendas, lo que les sitúa en el 5% de los más ricos.