La mujer hizo la denuncia y el sujeto quedó detenido, acusado por abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal, y producción de pornografía infantil.
La mujer buscaba algo en la mochila del padre de su hija menor cuando encontró un pendrive que le llamó la atención. Al abrirlo, no llegó a ver que había archivos de video en una de las carpetas pero las fotos que encontró la horrorizaron: eran imágenes de cómo abusaba de su propia nena de 13 años. Rápida de reflejos, le hizo captura de pantalla con su celular y lo encaró. Él, paralítico por un accidente de tránsito en Paraguay, le quitó el teléfono, pero no sabía que ella se había quedado con el dispositivo de memoria.
Según confiaron fuentes de la investigación, con esa prueba en el dispositivo de almacenamiento, la mujer fue hasta la comisaría de Campana y lo denunció. Armando González, alias “Paragua”, está preso en la Alcaidía local, acusado por delitos aberrantes: abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal de una menor, ambos agravado por el vínculo y por la situación de convivencia preexistente; y producción de pornografía infantil.
Este miércoles, cuando le leyeron los cargos en su contra en la UFI N°3 del departamento judicial de Campana, a cargo de la fiscal Irene Molinari, que investiga el caso; González agachó la cabeza sentado en su silla de ruedas, no hizo contacto directo con la mirada y no emitió sonido.
“Los parientes de la víctima quisieron atacarlo y un amigo se lo llevó a la villa Zavaleta, donde lo detuvo la Policía Federal en las últimas horas”, detallaron.
En esta causa también trabajó la división de Cibercrimen de la Policía Bonaerense. Fueron los encargados, junto a la fiscal, de ver las imágenes y los videos del pendrive que aportó la mamá de la nena abusada. “Hubo investigadores que no pudieron dormir durante el fin de semana del horror de esos archivos: el hombre violaba a su hija y se filmaba”, dijeron.
Más allá de ese pendrive, clave en la causa, la Justicia tiene en su poder mucho más material. Fue el que recolectaron de la casa de los padres del sospechoso y de la vivienda de su amigo, en la villa Zavaleta: “Hay dispositivos de almacenamientos, el celular que le sacó a la mujer cuando lo increpó, dos teléfonos suyos y en un guante en el que se encontraron escondidas siete memorias USB”. Todo será materia de análisis.
Según la investigación, el detenido abusaba de su hija cuando la madre se iba con la adolescente de 15 años a hacer compras al barrio porteño de Once. “La chica mayor no refirió que la haya atacado. Para la menor se aguarda que declare en Cámara Gesell”, informaron las fuentes consultadas y reconocieron que, hasta el momento, no hallaron antecedentes penales previos de González.