Actualmente, se descartan 3 millones de tapabocas por minuto.
Desde la irrupción de la pandemia del coronavirus, los barbijos ya forman parte de la cotidianidad. Pero: ¿Qué pasa cuando se descartan? ¿De qué están hechos? Un grupo de investigadores argentinos propone incorporarlos al asfalto para reducir su impacto ambiental.
Los números son gigantes: se descartan 3 millones de barbijos por minuto. Como si fuera poco, según la OMS, el 70% del plástico extra generado durante la pandemia terminará en los océanos.
Con esto en mente, un grupo de ingenieros del Centro de Investigaciones Viales (LEMaC) de la UTN de La Plata trabaja en una alternativa: incorporar los tapabocas a la capa que se utiliza por debajo del asfalto.
“Descubrimos que si incorporamos este material triturado es más resistente y además puede ser una solución ambiental”, cuenta entusiasmado el subdirector del LEMac, Julián Rivera.
En el laboratorio de ingeniería se prueban las diferentes mezclas, casi como una receta de cocina, luego se exponen a situaciones controladas para ver cómo resulta. “Los resultados son más que satisfactorios, ahora tenemos que probarlos en el campo”, agrega Julián.
Por el momento, no se sabe de ningún otro grupo que esté trabajando en este tipo de solución en otra parte del mundo, así que podemos afirmar que es una iniciativa argentina y muy original.