Las autoridades lanzaron una intensa búsqueda para dar con el principal sospechoso, un instructor de armas de fuego que había estado internado en un centro de salud mental.
Este miércoles, un hombre mató a disparos a por lo menos 16 personas en un restaurante y en un bowling de la ciudad estadounidense de Lewiston (Maine) y luego se dio a la fuga en plena noche, lo que activó un enorme dispositivo de búsqueda con cientos de agentes mientras los residentes en pánico se encerraban en sus casas. Se trata del peor tiroteo masivo de este año en Estados Unidos.
Las matanzas tuvieron lugar en la segunda ciudad del estado de Maine, donde se instó a la población a permanecer en sus casas por el riesgo que supone este hombre “armado y peligroso” que se dio a la fuga tras los tiroteos.
Los lugares donde el tirador disparó fueron el bar-restaurante Schemengees Bar and Grille y el local de bowling Sparetime Recreation, que queda a unos 6,4 kilómetros del primer lugar.
Varios medios mencionaron también un tiroteo en un centro de logística de un supermercado Walmart, pero las autoridades no lo han confirmado.
Un comunicado de la policía identificó a Robert Card, de 40 años, como sospechoso en el ataque. El hombre fue visto observando a quienes jugaban al bowling cuando abrió fuego alrededor de las 19.15.
Card es un instructor de armas de fuego que se cree que estaba en la Reserva del Ejército y asignado a un centro de formación en Saco, Maine.
El documento, que circuló entre los efectivos de los cuerpos de seguridad, indicaba que Card pasó dos semanas internado en un centro de salud mental este verano boreal. No ofreció detalles específicos sobre el tratamiento que recibió ni su estado, pero apuntó que reportó que “escuchaba voces y amenazas de disparar”. El número de teléfono que aparece a su nombre en los registros públicos se encontraba fuera de servicio.
Robert McCarthy, concejal de Lewiston, elevó el número de víctimas fatales a 22, aunque esa cifra no fue confirmada por las autoridades. “Nuestros hospitales no están equipados para gestionar este tipo de tiroteo”, precisó el concejal de la ciudad de más de 36.000 habitantes. Agregó que había entre 50 y 60 heridos.
Uno de los clientes del local de bowling, que se identificó solo como Brandon, contó que escuchó unos 10 disparos y que al principio pensó que un globo se había estallado.
“Estaba de espaldas a la puerta. Y en cuanto me giré vi que no era un globo, que estaba sosteniendo un arma”, dijo a The Associated Press.
Tras el tiroteo, agentes de policía, muchos de ellos armados con rifles, tomaron posiciones mientras la ciudad se sumía en una inquietante calma -rota por sirenas ocasionales- mientras la población se atrincheraba en sus casas, a la espera de que encontraran al sospechoso.
Las escuelas permanecerán cerradas el jueves en Lewiston, Lisbon y Auburn, así como las oficinas municipales en Lewiston.
La oficina del jefe de la policía del condado de Androscoggin publicó dos imágenes del sospechoso en su página de Facebook en las que se veía al tirador entrando a un establecimiento con un arma a la altura del hombro.
Las fotos divulgadas a un hombre con barba, vestido con un buzo marrón, pantalones azules y zapatos marrones, y un rifle semiautomático en la mano.
El responsable de la seguridad pública de Maine, Mike Sauschuck, dijo a la prensa que las calles están llenas de policías que buscan al sospechoso.
“Tenemos literalmente a cientos de policías que trabajan en todo el Estado de Maine para localizar a Card”, afirmó.
Según Sauschuck la policía halló una camioneta blanca abandonada a una decena de kilómetros de Lewiston.
Maine no exige permisos para portar armas y el estado tiene una arraigada cultura de posesión de armas ligada a la caza y el tiro deportivo, dos de sus actividades más tradicionales.
Con información de AP y AFP.