La mujer dijo que fueron obligadas al encuentro y que la bala que mató a la joven es imposible que haya venido desde afuera.
Gabriela Mónica Stefi Pérez, una joven de apenas 24 años, fue asesinada el pasado sábado durante una reunión sindical en el club de barrio Yapeyú. La mujer, que trabajaba en la limpieza del Palacio 6 de Julio de Córdoba, estaba junto a su hermana cuando recibió un disparo cerca del cuello. Estaba en pareja y tenía una nena de 5 años. En el evento había unas 200 personas y todo comenzó cuando un tirador comenzó a disparar desde la calle hacia el interior.
“La verdad es que no tengo palabra, estoy destrozada. Mi hermana se me moría en mis manos. En este momento la estamos velando y yo solo pido que se haga Justicia por ella. Mi hermana no molestaba a nadie, ella trabajaba y mantenía a su hogar. Dejaron a una hija sin madre“, contó Dalma, hermana de la víctima, a la Súper Mañana de la Suquía.
Luego, apuntó contra el Soelsac, gremio que convocó al encuentro: “¿Cómo van a hacer una cosa como esa? Nos llevaron a un lugar corriendo tantos riesgos. Le costó la vida a mi hermana. Nosotros no fuimos ahí por nuestra voluntad. Fuimos obligadas. Si nosotros no íbamos nos dejaban sin trabajo. Firmábamos cada tres meses un contrato y si no hacíamos lo que el sindicato nos pedía, nos quedábamos sin trabajo“.
“Mi hermana tiene su marido enfermo y una nena de 5 años. ¿Ahora quién la va a ayudar? Dejaron desamparada a la nena“, sentenció entre lágrimas.
Dalma continuó relatando: “Yo estaba con ella. Estábamos en la misma mesa comiendo. Yo estaba en la punta y ella a mi derecha. Yo no alcanzo a dar los primeros bocados y escucho los primeros disparos. No pensé que fuera eso, porque estábamos en una fiesta. Cuando yo empiezo a ver que la gente corría, agarro a mi bebé de dos meses y empiezo a gritar que por favor pararan que estaban los niños“.
“Entre la multitud, empiezo a buscar a mi hermana y no la encontraba. Cuando miro hacia donde nosotros estábamos, bajo la mirada y ella estaba en el mismo lugar, tirada en el piso y agarrándose el cuello. No sé a quién le di mi bebé y salí corriendo, empecé a ayudarla y pedía a gritos que nos ayudaran. Nadie se acercó. Estaba sola, mientras ella se estaba muriendo seguían disparando desde adentro para afuera“, agregó la mujer, muy conmocionada.
La hermana de la víctima contó: “Después vinieron dos compañeros y uno le hacía presión en la herida para que no se desangrara. De la desesperación corría por todos lados. Ahí encuentro en el fondo a uno de los referentes del sindicato y le pido que la lleve al hospital. Me dijo que no, que teníamos que esperar la ambulancia“.
“Finalmente, mis compañeros la alzaron, se la cargaron en un auto y la llevaron al hospital. Cuando llegaron, el tipo las tiró en la puerta. Ni siquiera las ayudó a entrar. Ella le dijo a una de mis compañeras que ya estaba, se rindió“, reclamó Dalma entre lágrimas.
Sobre la reunión y los hechos, dijo: “No había seguridad, no había nada. Si yo hubiera sabido que ellos estaban en ese enfrentamiento, no hubiera llevado a mi bebé de dos meses a ese lugar. Me podría haber tocado a mi o a cualquiera. El que disparó desde afuera estaba en la vereda del frente. Si ustedes ven donde estábamos nosotros, van a ver que es imposible que la bala que mató a mi hermana haya venido de afuera. El disparo fue desde adentro. Yo les pedía que pararan y seguían. No vi armas, pero se sentía el ruido“.
“El mismo día que mi hermana murió, en cuestión de minutos, el dueño del club limpió todo e hizo una fiesta. No tuvieron un poco de empatía, cuando nosotros nos hemos criado en ese lugar. El presidente del club es amigo de mi papá y padrino de mi hermana. El mismo día que ella fallece, estuvieron de fiesta“, reclamó la joven a los gritos.
También indicó: “Cada uno se fue a su casa, como si nada hubiera pasado. El sindicato nunca se acercó. Ayer tuvimos que rogar para que nos dieran un sepelio, porque nadie nos atendía el teléfono“.
“Yo quiero que quede en claro que si a mí o a mi familia nos pasa algo, quiero que caiga toda la Justicia sobre ellos. Son unos mafiosos“, cerró Dalma.