El fiscal Guillermo Marijuan dio impulso a la denuncia que se formuló contra la presidenta y la gerenta general de la entidad.
El fiscal federal Guillermo Marijuan imputó a la presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis, y a la gerenta general de la entidad, María del Carmen Barros, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, defraudación contra la administración pública por administración fraudulenta y peculado. Fue a raíz de la denuncia penal formulada por la diputada nacional María Graciela Ocaña.
Según indicaron fuentes judiciales, el juez Daniel Rafecas, momentáneamente al frente del juzgado federal 9, recibió la denuncia y la giró a la fiscalía de Marijuan, que decidió impulsar la investigación e imputó a las denunciadas. Al mismo tiempo, ordenó una serie de medidas de prueba para instruir la causa con el fin de tener toda la documentación necesaria.
La denuncia sostiene que Batakis y Barros “habrían intervenido en el ámbito de sus funciones y sin contar con el aval del directorio” del Banco Nación para “la contratación de Verónica Laura Asad, conocida como ‘Pitty, la numeróloga’ para un ‘un curso de coach’ por la suma de $1.800.000″, “la designación de Héctor Javier Silva, ex marido de Silvina Aída BATAKIS, en el cargo de Gerente de Sistemas del BNA”; y “el nombramiento de Juan Pablo Pedemonte, hijo de María del Carmen BARROS, al frente de una gerencia en la casa matriz del BNA”.
Bajo la lupa también quedaron “el nombramiento de Maximiliano Piantanida, amigo de María del Carmen BARROS, en el cargo de Gerente Departamental del BNA; la autorización de parte de Silvina Aida BATAKIS a favor de María del Carmen BARROS para que ésta última perciba diversos plus y premios que le permitirían cobrar un sueldo mensual que ascendería a la suma aproximada de $9.000.000″ y el “permitir que Juan Manuel Romero, pareja de María del Carmen BARROS, perciba a modo de remuneración la suma mensual de $700.000 aunque según refiere la denunciante ‘según dice gente del propio banco, prácticamente no va a trabajar’”.
Estas contrataciones habían sido dadas a conocer el domingo por la noche en el programa Periodismo para Todos. “Lo que hago es una especie de coaching donde, a través de la matemática pura, voy sumando desarrollando y diciendo dónde estás parada”, explicó Pitty a radio Mitre, tras señalar que da “diferentes tips de motivación para que puedas sacar tu mejor versión en tu trabajo”.
Cuando le preguntaron por una facturación de casi 1.800.000 pesos en seis meses en el BNA bajo el concepto de “clases de coaching”, la entrevistada señaló que, en realidad, Barrios iba a su consultorio. “Es una señora seria. Yo no sé lo que hace de las puertas para afuera ni cuánto gana”, aseguró, pero reveló que la contrataron desde el sector de marketing. Mientras tanto, remarcó que lo aceptó porque necesitaba el trabajo: “Yo alquilo, tengo dos papás enfermos, tengo muchos gastos”.
“Vino esta persona, me dijo me encantan tus servicios, me encantaría que el Banco te contrate”, agregó durante una entrevista televisiva en El Diario de Mariana, por Canal Trece. “Me dijeron que debía hacer una entrevista virtual y después presentar mi curriculum. Entiendo que todos los funcionarios se recontra asesoran. ¿Por qué lo paga el Banco? Eso se lo tienen que preguntar a ella, yo a mi trabajo lo hice, y fue por dos mangos con cincuenta”, se defendió la mujer. “Para mí fue una experiencia que duró seis meses y facturé como corresponde. Por todo lo que yo estudié es un precio regalado. 240 mil pesos”, insistió la mujer.
Además de la denuncia penal, Ocaña y la diputada Laura Carolina Castets reclamaron “un pedido de acceso a la información pública al Banco Nación, que hasta la fecha no se han dignado en contestar”, señala la presentación en la justicia.